Creo que la mejor manera de iniciar este relato es contándoles que llegue a ser la cuarta hija del Tío Luchin, el me apretaba entre sus brazos y me preguntaba de quien era, yo le decía de mi mamá, de mis hermanas, de mí, etc pero al final siempre ganaba, le declaraba mi cariño y pertenencia, me seguía apretando y me preguntaba como me llamaba, le contestaba que Belén, Belén cuanto? insistía, Belén Silva terminaba diciendo, entre risas mutuas nos abrazábamos y uno junto al otro sentados frente al televisor nos quedábamos quietos , tranquilos y callados seguros de nuestro cariño...era nuestro juego obligado, mientras nuestro amor crecía día a día.
Mi Tío Luchin
Mi tío llevaba una vida ordenada y tranquila, hasta que aparecí yo, me gusta pensar que yo lo atraje para que me conociera y quisiera, para que ocupara ese lugar vacío a mi lado, también como un regalo a mi madre que a pesar de su fortaleza necesitaba un apoyo y un aliciente en su batalla solitaria, al final funciono por lo menos hasta que partí.
El me acogió con todo el compromiso de un padre, me incluyo en su familia y sus hijas llegaron a ser mis hermanas y se que habitare para siempre en el y en su recuerdo, hasta que nos encontremos de nuevo, yo le prometí que lo cuidaría cuando fuera viejito y ahí estaré cuando llegue el momento...
